Leonard
¿qué oscura
fuerza te atrajo
del jardín al sendero
de pistas que se atraen
y comprimen en sentidos
nudos bellos, que florecen
poesía?
El candelabro
de esta larga mesa
que sostiene la vida
frágil de la luz indica
que la combustión se sumerge
en la incombustible penumbra
Aquel olvido que una
vela despide /(de su brillo
se pregunta por que brilla)/
no decide despedidas
ni besos robados al etéreo
(interminable canto
del que me permites ser oyente)
que en-sueños calcados
se repiten en sus laberintos
y espejos maltrechos
te he visto
en las huellas
exclusivas al enigma
Testigo he sido, testifico
haber visto la puerta cerrarse
en esta sala de juego y reuniones
en el pabellón de amantes y guerra
en la galería de invisible arte
en esta ventana que da a infinitos
cuadros que se contienen a si mismos
aquí observados, por un nosotros
completo, por el espíritu uniforme y puro
El velo desnudo de sábanas soporíferas
su baile de sol bañado, resolana
la soledad en los papeles
en las oscuras cifras que resguardaron
incomprensibles misterios (que sostienen)
para otro (su elemental fundamento)
que desde la ceguera viera
el nacimiento de soles y flores
difuminando inviernos, destruyendo
el hambre del hombre.
Me has calmado
Cohen
Los caminos despejados
de duda más clara, tu partida
a la ruta descalza ayer y mañana
has levantado el ritmo y continua
el duelo de un nosotros
la soledad en la agonía
cuando caiga
astral el telón del fondo
de las más profundas estrellas
salgamos a caminar
afuera
oyendo
el acorde
del río más
cercano
a la circulación
interna
todo pasará
y con ello
nosotros
encaminado
al encierro
de los sentidos
o su liberación
completa en el turbulento
silencio primero
algo incierto
hay en los deslindes
de la informulable pregunta
estallan todos los dogmas
aquella gloria
aquel amor excedente
de acto sagrado
del caminar errante
residuo de mi existencia
todo ese
amor
¿donde quedá?
¿y para quien
esos restos
servirán de algo
hoy o mañana?
Aquello o todo esto
Aquello o todo este nada
Dios anónimo
sin sombra ni nombre
desde el hielo partido de Quebec
hoy un profeta ha sellado
su palabra, uno más nos deja
con preguntas sin respuestas
tú respondes al llamado
o eres tomado por la fuerza
no lo sé
has sabido cumplir el ciclo
y mi miedo aún perdura
no lo sé
pero sé que aún mi turno
disponible, no he tomado
el aliento necesario
Lo infinito
donde quiera
puede ser
allí en lo alto
allí en lo subyacente
a nuestro fondo
allí en la planicie
donde esculpen para el
futuro, nuestras ficciones
allí en la doliente
biografía inacabable
allí en su asedio sin tregua
allí en el pobre
en la soledad y hambre
allí en la mirada de la amante
Acontece el designio
la nota suspendida
el dios del rayo estridente
la sutura de una herida
interna, ya no duele
lo que no muere sana
lo que no sana muere
lo que ha vivido muere
lo que ha muerto vive
(11/11/06)
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 11 de noviembre de 2016 a las 23:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
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