Los versos de las estaciones perdidas
se quiebran al saber
que lo nuestro termina.
Anhelan y sueñan una reconciliaciòn
sin saber que ya no queda
nada entre nosotros dos .
La muerte de los poemas de otoño,
los agonizantes de primavera
y los nacientes pero moribundos de verano.
Aclaman y piden nuestras manos.
La triste realidad es que no lo quieren asumir
yo por ti ya no quiero combatir,
y si lo hiciera, se muy bien que ya no me vas a recibir.
La intensiòn no es mìa tampoco tuya
dejemos lo asì
y que todo lo demàs fluya.
>Near<
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