Hoy la niebla tiembla, la noche a lo lejos.
Solo y alejado, triste y desamparado.
Tanto que te amé, pero no pude tenerte.
En el verde de la pradera, en mi cuerpo.
Yo la quise, pero no pude.
Ver que tu no estas,
ver que te he perdido.
Mis huesos ahora tiritan
de ver que mi corazón está vacío.
De ver que tu te has ido.
Ahora ya no, pero cuanto te amé,
ahora tu no estas conmigo.
Mi cuerpo, consumido.
Me ahogo de tanto llorar.
Mi corazón, de espinas no para de sangrar,
porque contigo no pude estar.
En ti no paro de pensar:
Tu piel, franela.
Tu mirada, infinita.
Tu voz, angelical.
Tu sonrisa, tu cálida luz.
Ahora no paro de ver
que tu no estas conmigo.
Tanto que te amé, pero no pude tenerte.
Me casé con la soledad
en la noche de frialdad.
Nada comparable,
tu corazón, libertad
No creo que seas mi ultimo dolor,
porque en mi tu tiempo pesa.
Cuántas veces te soñé.
La noche está fría, la noche esta ausente.
Yo en ti, inerte,
y yo aquí, siguiendo soñando
el poder tenerte.
Permíteme soñar,
en ti volar y no despertar,
que si he de morir,
que sea en ti pensar.
- Autor: J.C.R (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2016 a las 15:14
- Categoría: Amor
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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