Esta madrugada he soñado con un tren que pasaba
y eran los raíles por los que circulaba
tendones y arterias de vida y sangre.
Yo estaba en ese mismo andén en que me dejaste
con mi maleta de poemas y mi calendario inútil
contemplando cómo se marchaba
hacia la remota estación de tu futuro.
Soñé que no le estorbaba el paisaje de mi cama,
ni la triste lluvia que me repite tu nombre;
soñé que el tren atravesaba esas regiones
donde se quedó tu libertad, sin detenerse
y era el combustible de su máquina
el corazón y la tinta con que no supe quererte.
Ese tren con el que soñaba esta madrugada
lanza al cielo cenizas de un amor que duele
como la digestión de un alimento caducado,
como ese silencio que cada noche me envejece.
Esta madrugada un tren de recuerdos y mentiras
circulaba hacia un enorme amanecer anaranjado
y un sol de cuento deslumbraba
mis ojos cerrados a tu horizonte perfecto.
Esta madrugada soñé con un tren que pasaba
con dos asientos vacíos: el tuyo y el mío.
- Autor: Brackder (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de noviembre de 2016 a las 18:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.