Y lloré mil lágrimas en el desconsuelo de una vida jamás vivida.
En el insípido saludo del contorneo de tu boca; me adentro en ella y descanso en ella.
Jamás olvidé bajo ramas ocultas, de un sol curioso, aquéllos gemidos que gritaban palpantes mi piel.
No me miraste y apoyaste tu mano en mi cintura, y no dejaste suspiro por un solo instante.
Gritaba y no te soltaba; solo creaste un silencio que tus besos pudieron expresar, que al mismo tiempo gritaban ellos, por una pasión que mañana será olvidada.
- Autor: Melissa Rivera ( Offline)
- Publicado: 16 de noviembre de 2016 a las 00:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 84
- Usuarios favoritos de este poema: raul alfredo, Sophia Sea
Comentarios2
Un gran poema poetisa un gustazo leerte saludos
Muchas gracias por el cumplido.
Quizá la huella en la piel, sea lo único reseñable del recuerdo.
Enhorabuena por un trabajo sumamente especial, Melissa.
Un abrazo!!!
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