COSAS QUE PASAN ENTRE ELLOS.

Dominó

 

― ¿Otra vez tú? Siempre pasa lo mismo contigo.

― ¿Y qué? Yo soy así.

― Te odio, ojalá pudiera matarte.

― Me harías un favor.

― ¿Y ahora quién fue? Cuéntame de ella.

 

― Es ella todavía, no hay nadie más que ella, siento que todos los momento y personas que antes conocí fue una preparación, un anticipo para que cuando ella llegara me diera cuenta de su genialidad, de que ella es perfecta y aun con sus imperfecciones sabes muy bien lo grandiosa que es, me siento muy contento con ella, a veces me siento acelerado. Ella y sus efectos en mí.

 

― Eres un estúpido ¿sabías? Pero te entiendo aunque no lo comparto.

 

― De nosotros dos tú eres el inteligente, siempre tienes las ideas claras, sabes que hacer y razonas para tener todo bajo control, yo por el contario me dejo llevar por lo que siento y no pienso en consecuencias, lo único que sé hacer es dejarme llevar por las emociones, esa es nuestra diferencia.

 

― Y por eso estás así vuelto nada, ¿cuánto más vas a sufrir por ella?, ¿acaso no te das cuenta de que no te quiere? ¿De qué te quiere sólo para entretenerse cuando esté sola y nunca serás correspondido? ¡¿Por qué esperas algo que no llegará?!

 

― Porque no sé hacer otra cosa que no sea quererla, yo siempre esperaré no importa cuánto tiempo pase siempre voy a esperar por ella.

 

― ¡Eres un estúpido! No ves que tu situación también me afecta a mí, no quiero que sigas así. A mí tampoco me agrada la idea de que ella no vuelva, pero soy realista y ella tal vez es feliz con alguien más, entiende eso de una vez, no eres nada para ella, puede que seas especial, pero eso no es suficiente, yo hace tiempo que lo comprendí ahora debes hacerlo tú.

 

― Tienes razón, soy un estúpido… ¿Acaso crees que no lo entiendo? Yo sé que ella no me quiere y que lo que yo quero con ella, ella no lo quiere conmigo sino con otro, pero yo no soy como tú, yo pertenezco a ella y seguiré aquí hasta el final, ya sé que no hay un antes y un después de ella, que no me puedo liberar, que soy preso de su imagen y de presencia, que cuando la vea sentiré que voy a explotar. Disculpa si mis acciones te afectan a ti y te agradezco tu preocupación, pero yo al igual que tú sólo cumplo mi función.

 

― ¿Cuando la veas? ¿Qué te hace pensar que la volverás a ver? Está más que claro que no quiere verte, con tantas veces que te rechazó y aun crees que volverá a verte… Estás mal mi amigo.

 

― Ella volverá y cuando lo haga la veré, de eso estoy seguro.

― ¿Y si vuelve y no quiere verte?

― Entonces iré a verla de lejos.

― ¿Y si de lejos la ves con otro?

― Sufriré mucho, tal vez me rompa en pedazos.

― En ese caso mejor olvídala y evitarás sufrir.

― No puedo, hace tiempo descubrí que no puedo hacer imposibles. Haré lo único que sé hacer y es quererla, no renunciaré a ella.

― ¿Y si ya no te querrá nunca más?

― Haré que cambie de opinión queriéndola más.

― ¿Y si te odia?

― Haré que no me odie.

― ¿Cómo?

― Dándole lo que necesita, una y otra vez.

― Estás viviendo un sueño, eso nunca pasará, acepta que ella no te quiere, cuándo lo aceptarás, ella no te quiere. Te lo diré cuantas veces sea necesario hasta que lo aceptes.

 

― No vivo un sueño, si viviera un sueño ella estaría aquí conmigo, vivo una pesadilla y es tenerla lejos. Anda dilo cuantas veces quieras de todas formas yo nunca te hago caso.

 

― ¿entonces seguirás así?

― Hasta que ya no pueda más y muera.

― ¿La quieres?

― Como nunca antes he querido a alguien y como no volveré a querer a alguien.

― ¿Y si nunca vuelve y nunca la vuelves a ver?

― Lo hará y en caso de que no vuelva ni la vea, seguiré esperando por la eternidad algo que no pasará.

― ¿No puedo hacer que cambies de opinión?

― No.

― Entiendo.

― Tú siempre entiendes en cambio yo no, yo sólo siento.

― No por nada eres el corazón y yo el cerebro, así somos y así seguiremos.

― jajaja.

― Y ríes, ¡cínico!

― Es que me da risa.

― ¿Qué te da risa?

― Tú.

― ¡Yo! ¿Por qué yo?

― Porque a pesar de todo tú también la amas y no la olvidas.

― Tristemente entre mis funciones también está la de recordar y no la de olvidar.

― Entonces ven y siéntate aquí conmigo.

― ¿A qué?

― A esperarla juntos hasta que regrese.

  • Autor: Dominó (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de noviembre de 2016 a las 20:27
  • Categoría: Surrealista
  • Lecturas: 35
  • Usuarios favoritos de este poema: Pensamiento.
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