La vida es apacible
como el alma de una niña
a la vera solita del rio.
El dia, la noche y el búho
saben de la paz sin ruido
la mariposa vuela silenciosa
y con serena dignidad
luce su majestad la rosa.
De ese recodo de la orilla
soy el rey
y en mi comarca pequeña
son mis súbditos
los alelíes
las ranas y las luciérnagas
celosas.
Es mi clarín de guerra
el toque del pájaro
que pone su canto
y se oye en todo el reino
suave y armonioso.
Son los tambores de mi boato
los cantos de la cigarra.
Me arrulla el repiquetear
de la lluvia
como un suspirar del agua
que es mi amiga
con su voz de tristezas.
Cuando se vaya
del río el silencio
me iré yo también
en el bote
por su cauce navegando
sonriendo
al placido irupé
y lejos de la gaviota bulliciosa.
..............................................
- Autor: juan maria (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de noviembre de 2016 a las 00:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.