La celda

Paulina Dix

Quiero salir de esta celda para ver el atardecer,

el sol poniéndose a los pies de una tierra

que no se detiene pero que tampoco cambia

y mi cuerpo no me lo permite,

ahora sólo es una carta sin tinta

queriendo contarle al mundo historias felices

y en lugar de eso será un puñado de cenizas

entre los dedos del viento.

Contarle al mundo mis penas no es fácil,

nunca espere reclamar por ella,

la pasajera que conozco desde que empecé este viaje

y que sin conocerme

quizá sin desearlo

ha acompañado noblemente

cada instante de mi travesía

que se convirtió en la de ella. 

Yo quería regalarle sonrisas

y regar las flores junto a ella cada mañana,

escuchar el canto de las aves que tanto admira

aunque ese sonido para mi no signifique nada,

quería ser su compañía y no que ella fuera la mía,

ya que antes de mi ella conoció la alegría

y yo por más que lo intente

no entiendo mucho del bizantino asunto.

 

Mi compromiso al hacerme fuerte

era sostener sus manos

de ser necesario y abrigar su frío o sacudir sus miedos

más por desgracia estoy en una celda

y al condenarme yo la condene a ella. 

 

La celda, mi celda.

¡Oh! Compromiso.

¡Oh! Desgracia.

El suspiro que transita

entre pecho y espalda

es la súplica de los arrepentidos pensamientos

que se disparaban solos en la madrugada

de hambrientos desiertos caminando hacia mí. 

 

Gobernantes del mundo

con sus mustias leyes

eligiendo a dedo quien merece

y quien padece.

 

Dioses de carne y hueso

que piden alabanzas a sus propias creencias,

están calcinando los deseos de la humanidad

con tanto paradigma.

 

Los desprecio a todos

y desprecio más sus ideales antediluvianos.

Mienten orgullosos con micrófono en mano

y suelen insistir en que tienen principios,

pero todo lo que predican es basura sobre valorada.

 

Han condenado el alma de la peregrina

que me trajo al mundo

sólo por castigar mi naturaleza rebelde.

 

Y aquellos que me acusan

de seguir blasfemando

sólo les digo que de mi boca sale

sólo lo que para mi es la verdad ausente.

 

 

Paulina Dix

 

 

 

 

 

 

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  • Autor: Paulina Dix (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 20 de noviembre de 2016 a las 19:57
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 133
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