¿Morada para siempre?
¡eso no se sabe nunca!
se han visto delincuentes
profanadores de tumbas.
.
El aguacero por fin
viene estrenando al invierno
y bajo los techos de cinc
ya colocaron los tiestos.
.
Me dio la flor de su encanto
mas no el baúl de sus sueños
y yo como perro manso
recibí lo que me dieron.
.
¿Qué pensaran los ancianos
sentados en una plaza?
Quizá quieran tumbar mangos
y la vara no les alcanza.
.
El viento entra furioso
violentando las ventanas
asustado y quejumbroso
con las trenzas despeinadas.
.
Las torres de la iglesia
ya ni se ufanan
por el halar de las cuerdas
de sus campanas.
.
La guitarra enmudecida
extraña de veras,
a sus seis clavijas
y a sus pares de cuerdas.
.
Conocí la gloria
a mi manera
sin las líneas divisorias
de nuestras fronteras.
.
Un compás de sueños
su iris redondea,
con trazos de luceros
escoltando quimeras.
.
Las flores dormitan
sin desmaquillarse,
para amanecer bonitas
frescas y fragantes.
.
Ya no hay distancias
como las que había,
entre tus ansias
y las mías.
.
Sus febriles encantos
se erigen en mi pensamiento,
catapultan mis desacatos
y no me arrepiento.
.
El brillo de su mirada
el alma me derrite
cuando la luna plateada
a la noche desviste.
.
Rodaban las penas
por insondables abismos
fuera ya de la escena
perderán su ritmo.
.
No, no eran nuestros cuerpos
ni quiera nuestras almas,
quien nutrió lo nuestro
fueron las ganas.
.
Asomado al ventanal de la vida
mi vista sin querer agudizo
buscando colorear la desteñida
de algunos recuerdos imprecisos.
.
Tu recuerdo sabotea
la paz de mi mente,
todavía navegas
contra la corriente.
.
¿Las monjas irán en fila
desde el convento hasta el cielo?
Las caras nada más se le mira
Porque llevan tapado el pelo.
.
La lluvia cantando viene
y cantandito se va
como los dientes del peine
que dan musicalidad.
.
La extraña esfera
de tu inexplicable mundo
me hizo que viera
al mío como absurdo.
.
Parecen extrañas lisonjas
sacadas de un viejo cofre
las palabras que las monjas
le dicen a los consortes.
.
Si yo pudiera escalar
las escarpadas montañas
para sorber la inmensidad
sin tener que masticarla,
.
Siempre me he preguntado
y responder no puedo
¿Será soñar un pecado?
o pecar es despertarse del sueño.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2016 a las 21:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Nhylath
Comentarios1
Que buenas coplas, poeta!...
"Siempre me he preguntado
y responder no puedo
Será soñar un pecado
o pecar es despertarse del sueño"
Un abrazo
Gracias amiga Nila por tu presencia y lectura de estas estrofas con las que voy andando mi camino. Un abrazo.
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