No te rindas

Claudii

Y pensar que muchos se han rendido,
y ver como muchos han dimitido
a sueños como metas.
Y pensar... que tú o yo
pudimos ser uno de ellos.
Sí, tú el que está leyendo esto,
el que lo vio de reojo,
el que está esperando una señal
o respuesta acerca de algo.
Tú pudiste ser uno de ellos, sí.
Pero no lo fuiste.
No perteneces a ese grupo,
no por el simple hecho de ser más fuerte
o de ser más capaz en algún aspecto.
Sino por el mero hecho que no te rendiste.
Continuaste, creíste firmemente en ti,
en tu vida, en lo que haces.
Sino por el mero hecho
que fuiste perseverante,
te esforzaste y por sobretodo
seguiste a tu corazón,
a tus instintos, a tu percepción.

Es verdad,
algunos días serán tan pesados
que llegarás a frustrarte y estresarte.
Pensarás en dimitir
y dar un paso al costado,
formularás una solución rápida
para acabar con todo ello.
Y no optarás por arriesgarte,
por conocer lo que hay al otro lado.
Pero no lo harás, no te rendirás
porque tú eres más que ello,
tú vales más que todo ese esfuerzo.
Tú eres pleno,
mientras que esa mala experiencia,
ese mal momento
tiene un tiempo límite,  es endeble.

Y otros días serán tan lúcidos y ligeros.
En los que tendrás respuesta
para cualquier cuestión,
para todo aquello que se te presente
en cada instante, en cualquier momento.
Como si toda pieza encajara
en su respectivo lugar.
Como si la vida te sonriera
de vez en cuando.
Como si la felicidad
dependiera del tiempo
o del ambiente y entorno del día.
Pero tú sabes bien, que no es así
porque la felicidad, tu felicidad
no depende de lo que está,
de lo que se encuentra a tu alrededor.
Porque aquella depende meramente
de ti, de uno mismo.

Uno atrae hacia sí mismo
desde lo que más le incomoda
hasta lo que más ama y admira.
Porque aquello
puede dejar de ser un sueño
para llegar a ser algo tangible y vivo.
Una realidad más que una ficción,
un objetivo, una meta
algo próximo por lo cual luchar, actuar.
Porque aquello puede dejar de ser
un lo haré, un tengo que hacer
para volverse en un vamos a hacer,
en un quiero hacer,
en un terminaré y cumpliré.
Porque aquello dejará de ser
una obligación, un deber
para formar parte de
un sentimiento,
para llegar a ser lo que más amas hacer,
para llegar y quedarse como vida.

Es el hecho de vivir, de amar, de respirar
tu vida.
Es el hecho de abrazar, ayudar y perdonar
a los demás.
Es el hecho de ser tolerante, de admirar
cada defecto como virtud
cada mínimo detalle,
ello que lo hace especial,
de tu par, de tu ser querido,
de tu hermano o mejor amigo.

Es el hecho de nunca rendirse
y seguir adelante.
De seguir soñando,
de esforzarze por conseguirlo
No únicamente en el aspecto académico
sino en algo extracurricular.
Vive, vive tu vida
sueña, sueña lo que más anhelas.
Cree, confía en ti,
plasma, haz realidad ese sueño
Disfruta cada instante de tu vida,
disfruta cada pequeño detalle
Desde el más simple y diminuto
hasta el más esplendoroso.
Porque la vida está llena de ellos,
porque la vida forma parte de ellos,
porque ellos son espontaneidad.

Y nunca pierdas esa esencia
esa que te hace único,
esa que lleva tu nombre encima,
aquella que te define
como único y especial.

  • Autor: Claudii (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de noviembre de 2016 a las 11:11
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 88
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