Llovieron más atardeceres en sus ojos
durante una sola noche,
que en todo el mes de abril,
y sin embargo,
en su corazón siempre era
invierno.
Y es que sus lágrimas
no eran indicios de una temprana primavera,
sino de un tiempo congelado
que torturaba su belleza
a fuerza de llorar.
Los años no pasaban en balde,
pero ella sentía que su vida sí lo hacía,
pues estaba tan vacía,
que no sabía dónde soltar la carga que traía.
- Autor: Black-roses ( Offline)
- Publicado: 25 de noviembre de 2016 a las 13:52
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 93
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios3
Precioso y sentido.
Ese vacío interior puede pesar más de una tonelada.....
Profundo y existencial tu cuento.
Un abrazo enorme de mi parte
Kavi
Gracias.
Abrazos para usted.
Tiene el aroma del desencanto...
Añoranzas en las desesperanzas.
Muy bueno y de hondo sentir.
Gracias.
Que bello poema.
La tristeza y zozobra que suele cargar el alma, muchas veces no nos dejan ser.
Gusto de lectura.
Abrazos poeta
Muchas gracias, asidua mía.
Abrazos.
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