Entré caminando despacio,
procurando no hacer ruido.
El corazón libraba su batalla.
Latido a latido,
me quede sin fuerzas
y el cuerpo cayó extenuado.
Pero la curiosidad,
sigió su eterno camino
y sin ser visto, asistí
a amores perdidos en la memoria,
como si fueran recientes de hoy.
También vi fantasmas
llevando mensajes de esperanza.
Con palabras precisas
que... al recordárlas,
aún se clavan como espadas.
Y desde ese dia maldito,
continuo buscando
la frontera del deformado cristal,
que separa los sueños
de esta vida tan real.
P.M Pedro Monroy
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de noviembre de 2016 a las 12:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
Comentarios2
El amor nunca mueer Pedro,solo el tiempo cura heridas.
un placer pasar por vuestro portal
Cariños de inesita
Tienes razon, pero hay heridas que ni el tiempo puede curarlas, un abrazo Ines
Sí Pedro,también perdí una hija y acá estoy.De pie sabiendo tengo un ángel de la guarda.
Abrazosssssss
Es lo peor que un ser humano puede tener
Parecido a los vericuetos andares de los sueños y de las memorias.
Y una búsqueda pérdida y distorsionada.
Un gusto leerte amigo Pedro.
Muchas gracias Hector, un saludo
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