En el preciso instante
que me llegue la muerte,
en ese milagroso momento
Tu
abandonarás mi mente.
Ni un segundo antes,
ni dormido ni despierto,
en cada aliento, en todos
los pensamientos
Tu
viviendo en mi.
Resistiendo la tormenta,
la aridez del desierto, las
noches oscuras.
Tu
en mi permaneciendo
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