Tres razones para odiarte y una para amarte

Odio que yo te coja de la mano, y como siempre, te escurras a otro lado.

Que te fuiste, sí, pero antes de eso, de mi te avergonzabas.

         Si vale, me gusta escribir, me gusta soñar, me gusta volar y no recordar. Que el pasado así vaya a acabar.

Pero no lo entiendo, tu a veces me amabas (más en la noche).

Recuerdo aun tus roces de pana en mi cuerpo, con tu piel erizada.

Ignoraba lo malo como dije, solo con lo bueno me quedaba.

Por eso te amaba.

Odio cuando te besaba, y como una rama al viento girabas.

Que te fuiste, sí, pero antes de eso, de mi te olvidabas.

Si vale, me gusta la pasión, soy clásico, me gusta lo tradicional.

Unas flores por tu belleza, una vela por tu luz

y una sonrisa por ti.

Prometo ya no ahogarme aunque me falten tus besos.

Pero no lo entiendo, tu a veces me amabas (más en la noche)

Recuerdas cuando se te enfriaba la piel al tacto, mis caricias por tu espalda, tú soplabas, y me sonreías en tu mirada.

Ignoraba lo malo como dije, solo con lo bueno me quedaba.

Por eso te amaba

Odio cuando te marchaste, pues no me pude despedir.

Que no volviste, sí, pero antes de eso, en el fondo me querías.

Si vale, me gusta esperar, sufrir en vano.

Aún recuerdo el peso de mis ojos de desvelo cuando te fuiste.

Prometo olvidarte aunque de una vida se trate.

Pero no lo entiendo, tu a veces me amabas (más en la noche).

Recuerdas el anillo que te compr­­é y los sonrojados pómulos de tu cara, ese anillo que luego tiraste al río del pesar.

Yo era feliz, noches y noches soñando contigo.

Ignoraba lo malo como dije, solo con lo bueno me quedaba.

Por eso te amaba……