ocurrio una de esas veces en que uno
se echa a andar de su casa con el corazón sano,
y espera regresar igual,
tan solo salir a respirar un poco de vida, pero regresar intacto,
del otro lado ella estaba pasando por la misma situacion,
no tenia dentro de su itinerario diario darle paso
a ningún encuentro espontáneo,
hacia lo que siempre hacia en sus dias de descanso,
nada anormal y fuera de todo contexto,
le ayudaba a su mama en la tienda,
barria la acera de su casa,
lavaba los platos,
pero el azaroso destino que siempre tiende trampas
a los mas desprevenidos nos alcanzo,
permitió que nuestros ojos se encontraran
en un estallido luminoso de astros,
y no nos junto en el escenario típico donde
se congregan y se citan los que prenden enamorarse con
protocolo previo,
no fue en un parque, ni en el cine, ni en un cafe,
fue en el patio de su casa, cuando ella estaba en
el lavadero y en ese momento justo yo me paraba para ir al baño,
de eso aprendi que no hay mejor lugar donde pueda surgir
el amor que dos corazones que se ecuentren latiendo en la misma sintonía
en cualquier lado,
a primera instancia
ambos creimos que solo era uno de esos
encuentros que no trascienden,
y no pudimos dimensionar las consecuencias
que generaría en nuestros corazones el impacto,
cual fue nuestra sorpresa,
como las pastillas para dormir,
el amor es tambien a veces de efecto retardado,
y de la nada nace y de la nada surge,
cobrando vida por si solo hasta
que nos tiene envueltos en un tornado
en el que ya no hay otra escapatoria
mas que entregarse a amar y ser amado.
- Autor: RODRIGUEZ NUEZ ( Offline)
- Publicado: 1 de diciembre de 2016 a las 23:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
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