Arde en tu vista un misterio,
un manantial de secretos,
que en mi optimismo
me propongo descifrar.
Encontrar la salida a tus enigmas,
sin más herramientas que el tacto y mi saliva.
La bendita melodía que emana de tu garganta
es la provocación más sensata a mi excitación,
tu sensualidad es algo más que un cuerpo desnudo,
es tu alma y ser, inundando de inspiración mi mundo.
¡Vamos, ven, te invito a arder!
Hagamos un fuego interestelar en esta galaxia
tan lejana de los demás,
que vengan nuestros antepasados
y vean la llama que habita en su sangre,
en el amor que arde, entre tú y yo.
No detengas los destellos del tiempo,
no es necesario eso,
viajemos en el viento mezclando nuestro aliento,
ardiendo por dentro en éxtasis abundante,
floreciendo unidos en una explosión de pasión.
Dame tu cuerpo, con amor.
Dame tu mente, sin límite.
Dame tu vivir, sin moderación.
Te doy todo, sin lamento ni error.
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