¿Qué hacer?, ¿qué decir?, ¿qué pensar? La confusión y las dudas la atrapaban. Sus pensamientos tampoco la ayudaban. Lo tenía todo…y no tenía nada. Buscaba y buscaba y no encontraba las respuestas esperadas. ¿Dónde encontrarlas?...No había respuestas simplemente porque no quería encontrarlas. A veces entre el querer y el poder hay una gran distancia…querer no siempre se quiere y poder pudiendo no se hace.
Existen cárceles sin barrotes, que sin embargo oprimen más, porque encogen el alma, y aprietan el corazón. El querer “querer” y no poder es angustioso aun queriendo…
En estas vicisitudes andaba, mientras apoyada en su balcón dejaba vagar sus pensamientos….a lo lejos veía los árboles ligeramente agitarse por la suave brisa, que al mismo tiempo agitaba sus ya rebeldes cabellos, notaba el ligero roce del sol mezclado con la frialdad del recién iniciado diciembre…Miró hacia abajo, pasaban personas, niños con sus padres, algún rezagado que sacaba al perrito a hacer sus necesidades, deportistas que con esfuerzo sacaban horas de donde fuera para mantenerse en forma, alguna pareja….Era muy observadora, y con frecuencia imaginaba como podrían ser sus vidas, según la actitud que adoptaban , en cuanto entraban en sus casas. Porque todos tendrían una vida, con sus luces y sombras, con sus momentos buenos y malos, con preocupaciones diarias, con felicidad también…
Era muy casera, le gustaba salir…pero tenían que empujarla para que lo hiciera…su tendencia natural era permanecer en su casa…le sobraban cosas que hacer al regresar de su trabajo….estudiar, escribir , leer, ver alguna buena película…de esas con contenido….y que no faltara la música…y el ejercicio que aunque en esta temporada la había vencido un poco la pereza, lo retomaría en unos días cuando el cuerpo se lo pidiese…su eterna ciclostatic…fiel compañera desde los nueve años…mira que era aburrida la pobre…pero con música, se llevaba bien…pedalear y un poco de música de esa que le gustaba, si podía ser de la que cargaba las pilas, mejor que mejor….con todas cuando se decidía a salir,fuese el motivo que fuese, siempre retrasaba el regreso, probablemente para mejor saborear el micro-hábitat , que ella había creado entre sus cuatro paredes y en el que se sentía segura y protegida…
A menudo le gustaba apoyarse en la ventana, y cuando no hacía mucho frio o cuando no caía mucho relente, salir al balcón…Ahora sus plantas estaban hasta bonitas…no había heredado las manos de su madre para las plantas….la verdad es que las había descuidado, y las pobres lo acusaban…pero ahora estaba muy pendiente de ellas, y aunque no les hablaba ( hay quien dice que hablar a las plantas les hace bien), con el pensamiento si lo hacía, y a veces hasta creía que la oían, porque al día siguiente retoñaba algún capullo, como para obsequiarla con alguna flor…de hecho ahora tenia algunas de un fucsia intenso y un rojo apasionado….cada vez que regresaba de trabajar, era lo primero que hacia…ir a echarles un ojo, y tocar la tierra por si necesitaban un poco de agua….la sed, de todo tipo, es lo peor que hay….
Pero a lo que iba…le gustaba estar en la ventana o salir al balcón….concretamente ese día era el balcón…por la calle con frecuencia pasaba gente conocida, vecinos, que cuando no la saludaban a ella, era ella la que los saludaba desde las alturas….Desde arriba todo se veía igual pero distinto…es curioso…A veces pasaban distraídos, otras apurados, las más de las veces ensimismados, probablemente en sus propias vidas, y los había sonrientes que le regalaban la mejor de sus sonrisas, y a los que se veía obligada a responder con otra lo más generosa y abierta que podía…otros saludaban con una elevación de cabeza o alzando la mano….y los pocos desde la distancia hasta intentaban hablar…era gracioso….y lo sería más sin la presencia de los odiosos coches que se peleaban por encontrar algún sitio donde aparcar, con la mala cara del conductor correspondiente cuando otro le pisaba el sitio donde estacionar….todo ello lo observaba y razonaba desde su balcón del tercer piso, sin ser consciente de ello. La puerta que permitía el paso al balcón daba al comedor y la había dejado entreabierta y de esa formaba el ruido de la calle se mezclaba con la música que provenía del comedor y que previamente había dejado puesta. Le gustaba escucharla…”la música amansa a las fieras”, y en su interior había una…no peligrosa para los demás, solo para ella misma….
De manera rítmica y casi imperceptible se movía ligeramente al son de la música al tiempo que sin darse cuenta tarareaba la canción….en ese momento miraba hacia lo lejos , hacia el verde monte que se divisaba, y de repente se sintió observada…al bajar su mirada lo vio….se sintió un poco avergonzada, mientras sus labios y su cuerpo seguían el ritmo de la música, y probablemente se sonrojó….era un hombre maduro, pasada la cincuentena y aunque desde donde estaba no adivinaba el color de sus ojos, si podía ver la expresión de su agradable rostro…una expresión con la que le realizaba mil preguntas…se sintió azorada y simplemente le respondió con otra expresión similar, con la que sin querer , al mismo tiempo que él, ella le hacia las mismas preguntas…le pareció percibir en los labios de él una leve sonrisa…no sabía si lo había imaginado …no supo cuando duro ese instante en que sus miradas y sus rostros se encontraron…segundos, minutos….al poco el hizo una sutil inclinación con la cabeza y siguió caminando…Ella se sentía sobrecogida, tenia frío y se retiró al interior de su casa…la música siguió sonando….
- Autor: anbel ( Offline)
- Publicado: 3 de diciembre de 2016 a las 21:20
- Comentario del autor sobre el poema: Escribo como siento, siento lo que escribo. Un abrazo.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 84
- Usuarios favoritos de este poema: nelly h, Dulce, Edmundo Rodriguez, María C., PauCath08, Maria Hodunok., Verso&prosa, El Hombre de la Rosa, rosamaritza, santos castro checa, Alberto Escobar
Comentarios14
Escribes precioso !! Felicitaciones!!
Agradecida estoy de tu generoso comentario. Tu no te quedas atrás.Un sincero abrazo.
A veces con decidir querer solo no alcanza, solo el deseo nos pone en acción. Muy amena tu prosa Anbel me gusta como lo narraste, saludos
Me alegro que fuera de tu agrado. Un abrazo.
Querida Anbel,
Vaya hay encierros tan externos .
Mi cariño , y
Mi càlido Abrazo .
Un abrazo siempre.
Oh si, escribes maravillosamente, me ha encantado Anbel
Un beso
Me alegro no sabes cuanto que te gustara. Besiños .
Tus escritos tiene magia y ninfa. Envuelven, encantan. Detalles preciosos con un toque de nostalgia. La vi apoyada en el balcón, esos árboles, esa brisa....
¿Qué decirte? Precioso. Nunca dejes de escribir y regalarnos estos hermosos sentimientos que expresas.
Solo repetirte que te aprecio, quiero y admiro.
Omar
Ya lo has dicho todo. El sentimiento y reconocimiento es mutuo. Un sincero abrazo.
Genial la narrativa. Un día cualquiera de tu vida, al fin nos cruzamos las miradas. 🙂 Creo que hay mucho de ti misma en ella, sobre todo los primeros compases. Feliz día tengas igual vuelven a cruzarse las miradas.
Con mucho Cariño... Manuel
Me alegra que fuera de tu agrado.
En todo lo que escribo hay parte de mi, porque nacen de lo que siento....no voy a ser yo la que lo niegue...
¡Esas miradas que lo dicen todo y con las que sobran las palabras!!!.Un besiño Manuel.
Muy bueno, me gustó
Un abrazo
Gracias boris. Otro para ti.
Agradable y llevadero relato de una vida rutinaria (creo que nos parecemos), pero el toque final es excelente.
Un placer leerte Anbel.
Abrazos del alma.!!!!
El placer es siempre mio al verte por aquí. Un besiño, dulce María.
ME ENCANTÓ TU FORMA DE VER LAS COSAS ACOMODARLAS SEGÚN TU EXPERIENCIA DE VIDA.-
UN BESO EN LA DISTANCIA CON CARIÑO.-
MARGARITA
Hermoso y genialmente escrito tu bello cuento literario estimada Anbel..
Un placer haber leído tus letras...
Un abrazo de amistad de Críspulo
Ah, mi querida amiga, me identifico notablemente con tu relato pues mucho de lo que aquì relatas de manera coincidente las vivo y observo desde el balcòn de mi apartamento 2do.piso como fluye la vida, que buen desarrollo y narrativa, gracias por compartir, cariños
rosamary
Un relato singular con matices de enseñanza entre la nostalgia imperante...¡grande eres, Anbel!
Interesante y fascinante relato desde el principio hasta el final... Os felicito!
Un gran abrazo, poetisa
Nhylath
Pues sí que se parece a la historia que acabo de publicar...
Diría que esta es la versión larga y en prosa, aunque la mía, bien mirado, también la he escrito en prosa...Felicidades querida amiga.
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