Nunca creí
que tus labios
podían ser
el fuego que mi cuerpo reclamaba
que tu mirada tan intrigante
podía darme las respuestas
a una vida de preguntas.
Nunca creí observar tu caminar
como la pasarela de mi vida
ambas piernas bailando
el vals de mis emociones
olvidando todos aquellos desencantos.
Y soy sincero con tu cuerpo
lo tomo suavemente
y cuando menos lo imaginas
lo someto a mi voluntad mas violenta
de demostrarte lo cerca
que tenemos nuestro cielo
en una tierra que no es mía.
Comentarios1
Me ha gustado leerte. Abrazos.
El gusto es mio, por tu tiempo y comentario, te agradezco enormemente, y te saludo fuertemente!!!!! Gracias.
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