Olvido, tiniebla, dolor,
una laguna cubierta de grumosa tristeza,
parece una nube,
parece un enjambre de siniestra desolación.
Un pequeño baldosín quebradizo
sostiene el peso de los arrepentimientos
creados desde mi infancia.
Una pantalla gigante
repite sin cesar aquellas memorias,
dragando lágrimas por décadas prisioneras,
su libertad me agobia.
¡La duda acecha!
La afonía de mi garganta se hace notar,
dejando todo en silencio
y el silencio a su vez trae claridad.
Una nueva memoria en la pantalla...
ahora veo todo claro,
soy yo,
estoy sentada
y en la mano sostengo una copa,
en la copa vino,
en el vino arsénico.
Observé todo en detalle.
Busque mi reflejo en el vino y lo bebí,
luego me fui sumiendo en un profundo sueño,
pequeños espasmos contraen aún mi estómago,
pero es tarde.
Mis uñas se tornan moradas,
sale un poco de sangre por el lado izquierdo de mi boca,
mi cara se pone amarilla verdosa,
olvidé como respirar.
La pantalla se queda en negro,
estoy perdida en un limbo solitario,
es como lo imaginé desde hace mucho tiempo,
por fin tengo certeza de algo.
¡Estoy perdida!
Paulina Dix
- Autor: Paulina Dix (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de diciembre de 2016 a las 13:03
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Verso&prosa
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