Te espero, Amor

Te espero, Amor

El conocerte fue un dulce placer
Mi preciada y ansiada salvación
El Ángel que me rescató
De mi pesada agonía en prisión

La prisión de esperanzas rotas
De falsedad ingenua y continua
La felicidad tramposa de la vida
Que esconde la dolorosa realidad

Y tú llegaste sincera e inocente
Me elevaste lejos de este infierno
Llegamos al paraíso de ensueño
Una locura totalmente cuerda

Observé por primera y única vez
La plenitud en corazón y mente
Sentí por fin el calor del amor
Ese que pruebas, y sacias con su dulzor

Caía con lentitud en una cascada
Una increíble, dotada de besos
Unos tan adictivos y perfectos
Como el poder omnipotente de Dios

Y tú, princesa de mi Reino
Me perdía con fascinación obsesiva
En tu adorable y aniñada carita
Con tu bonita y tierna sonrisita

Era un esclavo de tus delicadas manos
Que suavemente me acariciaban
Mientras ambos tranquilamente
Por la orilla del mundo, nuestros cuerpos paseaban

Anhelaba día a día tu calmada voz
Que a mis oídos tanto deleitaba
Esa que tanto me susurraba
Lo mucho que me amaba

Descarte cualquier lógica contigo
Pues no me prestaban su servicio
Verdaderamente al lado tuyo
Sólo puedo pensar sin sentido

No hay una razón más que sentir
Dejarme llevar por el viento suave
Como una hoja perdida en pleno otoño
Sólo que yo tengo tu luz para guiarme

Oh, mi bellísima niña
Que rápido pasan nuestros segundos
Se alejan sin consideración ni miramiento
Pero da igual su constante movimiento

Lo que en verdad es significativo
Es tener la hermosa posibilidad
De levantar cada mañana con felicidad
De tener una razón para despertar

Y querría saber que clase de magia
Obra en tus pupilas oscuras
Como es que yo desaparezco
Y en otro mundo me encuentro

Cambiaste mi realidad en un todo
Contemplaba con extrañeza ello
Como si de un momento a otro
Caería de la cama, saliendo de un sueño

Pero afortunadamente no sucedió
Y mi calidad de vida mucho aumentó
Agradezco que hayas hecho tanto por mí
Y espero haber hecho lo mismo por ti

Pero como todo, no durará para siempre
Y lamentablemente no puedo evitarlo
Si abriste la carta probablemente
Mi llama ya se apagó con la muerte

Y si tú, querida esposa mía
Estás leyendo esto, ya no llores, nunca más
Mi alma contigo siempre estará
Y juro por nuestro amor, te espero en el más allá...

Disculpen que resuba el poema, sólo que estaba mal publicado, ahora lo tienen como debería estar. Gracias!