La manzana nos esperaba
colgada de la rama,
la tarde ardia
Ella y yo caminábamos
sudando deseos,
ella y yo nos mirábamos
los ojos ardían...
aquella tarde cortamos
y comimos la mas dulce manzana,
desde entonces
ella y yo somos una historia
que se multiplica en los hijos.
Ella y yo estamos envejeciendo
pero en nuestro patio
tenemos un manzano
que siempre nos regala
una manzana
Ella y yo seguimos caminando
aunque la tarde no arda como aquella
pero nos encanta recordarla
riendo cuando los nietos
nos ven tomados de la mano
frente al manzano.
- Autor: BHOEMIO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de diciembre de 2016 a las 19:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 139
- Usuarios favoritos de este poema: anbel, Lita_81, David Arthur, María C.
Comentarios5
Entrañable. Un abrazo.
Gracias anbel
Un encanto!
Saludos
GRACIAS LITA
Muy hermoso Luis. Que sigan comiendo la manzana amigo.
Un abrazo,
David
GRACIAS DAVID
Entrañables versos de un caminar juntos por la vida..felicidades!
Elena
Deseo estés bien, nosotras vamos viviendo, que ya es mucho.
Un abrazo
Gracias amiga
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