Bajé al Parnaso de mis días
entre Cícladas vertidas de abandono,
y era tal la herida de la muerte mía
que se vencía impía en su retraso,
en la laguna Estigia se desnuda
y se anuda de imperio envilecido,
el torso huido... aún se aflige
de pálidos y homéricos trabajos.
- Autor: pani ( Offline)
- Publicado: 16 de diciembre de 2016 a las 12:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez, El Silente Vagabundo
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