Fueron mis labios quienes más habían salivado
para suplicarte a ti un beso apasionado
También mis ojos se habían encandilado
al recorrer los territorios de tu cuerpo no explorado
Fue mi olfato el que menos se había inmutado
por distinguir olores de perfumes olvidados
Tampoco mis oídos habían participado
en la distinción de tonos afectados
Pero mis manos fueron quienes más se han abismado
cuando al esculcar los rincones anhelados
de tu cuerpo, descubrieron contrariados
que pertenecía a un muchacho afeminado.
- Autor: Teodocio Potes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2010 a las 17:43
- Categoría: Amor
- Lecturas: 111
- Usuarios favoritos de este poema: CHARLES RIVERS
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