Todos nuestros secretos ocultos
en tu concreta barriga sepulcro
todos nuestros nombres santos
guarecidos en tus madrigueras
ciegas. no puedo sino ver /saltos
las consecuencias de tal libertad
-no hay luz si no quieres oscuridad-
Me refugio de tu fulgor prepotente
acallas con tu lúminica mirada a 300
kilómetros por segundo en tu vacío de
luz saturando cada color hasta la fuerza
del poder ejercido hacerlo
reventar bajo tu regímen
ocupando cada espacio de reflexión
sin propagar crítica ni al moho expresar
vahído
eres dogma
eres todo dado
lo que veo en tí
es todo lo que hay
* * *
-Pero al cerrar los ojos-
o nublar la lógica
repleta de físicas
leyes invariables
-Pequeñas lagunas-
donde las pistas
nadan o se hunden
de nada las gracias
-Ningun espacio -
de reclusion donde
nos obligaron
a pernoctar por pares
-Se resiste-
en el desplome
de los ideales
caemos estrellados
-A la fractura-
de los años
facturados la deuda
se acumula en pérdida
* * *
Instintivamente
rehuyo hacia la penumbra
es la voz que escucho desde niño
desde los oníricos campos
hasta tu pecho negro madre
de la noche emergen disonantes
los elementos decadentes
aristas que no repelen y se atraen
dinamitando la estructura misma
de la oración al acto
Tu manto frío mueve
las estelas astrales
y a los durmientes
a su encuentro
ya ocurrido
a buena hora
la sesión
levantan
decididos
a mirarse
los rostros
anónimos e
inmortales
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 20 de diciembre de 2016 a las 23:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
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