Y, jugaré como niño
En silla de ruedas,
Poniendo voluntad a la dificultad
Sueños a la realidad.
Cantaré sin acordes
Bailaré sin piernas
Lloraré sin lágrimas.
Y, me bañaré en alberca
De plumas blancas de ganso,
A orilla de un mar incandescente
Que anuncie el final sonriente.
Cantaré sin palabras
Bailaré sin música
Lloraré sin llorar.
Y, subiré dos sillas de enea
Al cielo estrellado colorado,
Para dar libertad con cadenas
A todos los que quieren matarlo.
Cantaré sin voz
Bailaré sin amor
Lloraré sin razón.
Y, jugaré como niño
Y, me bañaré en alberca
Y, subiré dos sillas de enea.
Al maestro de maestros
- Autor: ramdres (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2016 a las 07:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., El Silente Vagabundo
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