Un fino mar de lágrimas derrama esta tarde temprana. Y sin proponérmelo, me someto contemplativo a su gris espesura.
Siéntome flotar en el espacio. ¡Cuanto mas hermosa mi experiencia!, si ignoro burdamente el poder de Cronos.
Desfilan ante mi, vulgares sucesos que advierto indiferente. ¿Acaso éste frío día ha empregnado mi alma con su húmeda frescura?
Observo mil seres asustados huir despavoridos frente a unas pocas gotas. Los comprendo, me siento más mortal que nunca. Sin embargo, paradójicamente al olvidar el tiempo, mi espíritu se siente vagamente eterno.
Es difícil describir la secuencia de hechos. ¿Porqué hacerlo? Sólo interesa este momento muñido de su paz y su cuota de nostalgia.
De pronto: ¡El mundo se ha detenido!. Y me divierte ver allí próximo, en el umbral de este vehemencial instante, al futuro. Que vacila en quebrantar la quietud de este presente expectante.
Comprendo infantilmente, que no puedo ver más allá que donde mis pasos llegan. Y es entonces, cuando alzo irrazonablemente la mirada hasta donde el Universo alcanza. ¡Mas lejos aún! Donde Dios ha puesto su mano Divina de amor, de ternura, de comprensión.
Vuelvo sin quererlo al entorno de las cosas que son pesadamente cotidianas. Escarbo en la sala de compromisos, y encuentro acechante a mi espera una prueba de Radiotécnia. Que estrelaza nubes de algodón y mi quietud insolente, con filtros a cristales y circuitos resonantes, en remolino infernal.
Repentinamente caigo bruscamente en mi torpe cuerpo. Abro mis ojos nuevamente a una realidad dispar, que me sorprende con su ritmo agitado. Con sus guerras, su política y algo casi olvidado que llaman amor.
Me levanto. Extiendo mi mano, y siento el acostumbrado eco chillón en respuesta a la presión ejercida por mi índice. Aguardo un momento, y desciendo luego del colectivo…
Noviembre DE 1981
- Autor: argentino nadies (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2016 a las 18:18
- Comentario del autor sobre el poema: Viajaba en un colectivo de la línea 277, entre Lomas de Zamora y Avellaneda(transporte público por excelencia en Buenos Aires) un día del año 1981. Intentaba repasar para una prueba. Sin embargo, fuese la extensión del trayecto que conspiró contra mi concentración, o la fina lluvia que empañaba mi ventanilla distorsionando la realidad y haciéndome sensible al mundo. No lo sé. Pero poco a poco me fui desconectando y olvidando mis obligaciones inmediatas. Dejé a un lado los apuntes de radiotécnia, y comencé a divagar y garabatear este texto. En algún instante, en el que recobré la cordura, caí en la temporalidad de mi humana limitación. Por suerte he conservado el texto del divague que escribí en mi adolescencia. Y aunque no lo valoro literariamente, entiendo expresa el sentir existencial de muchos jóvenes en esa hermosa etapa que es la adolescencia.
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 111
Comentarios2
Eres muy amable. He publicado varios poemas de esa etapa tan hermosa de nuestras vidas. De hecho, comencé a escribir entonces para expresar aquello que por timidez no salía de mi boca. Gracias por tus palabras
La Gratia plena detuvo el tiempo. En éste estado de gracia percibes la armonía del universo y la presencia amorosa del Dador de Vida. QUE ASÍ SEA, argentino nadies. Abrazos.
¡Ojalá así haya sido! Posiblemente no lo comprendí entonces. Dios ha estado presente a lo largo de mi vida, y siempre he dado mi agradecimiento. Estar en estado de Gracia, es según entiendo, un estado de contemplación extraordinario, en el que recibimos un don temporal. Gracias por tus hermosas palabras, no lo había pensado de esta manera. Me fuerzas a razonar sobre ello. Y te lo agradezco. ¡Abrazo virtual!
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