Hace frio en la sierra y está helada la montaña;
el pastor que al ganado apacigua junto a la fogata
tiene el rostro surcado de arrugas
y el alma vacía de esperanzas.
¡ Pobre anciano ¡ , soñando despierto
junto a la nieve blanca.
Ya no tiene familia en el mundo....
ni padre, ni madre, ni hijos,
ni hermano, ni hermanas...
solo tiene un viejo perro
que apenas si ladra, un perro
que parece abrazarse al viejito y
hablarle en voz baja: mi amo
ya no quedan lobos...
San Antón las ovejas guarda...
somos uno para el otro
y solo necesitamos que esta noche
la fogata arda;
No nos preocupemos
que mientras dormimos
ya nos cuidará el ángel de la Guarda.
Ese ángel me ha dicho que mientras te duermes
quitará el frio de la sierra y te
llenará el alma de esperanzas.
Mi amo...no estés triste
somos uno para otro, vamos a dormir que
ya San Antón las ovejas guarda.
Que noche más hermosa;
Que mañana más clara.
Al despertarse el pastor de nuevo ya sonríe.
El ángel cumplió su palabra.
J.C.
- Autor: p6g5n ( Offline)
- Publicado: 22 de diciembre de 2016 a las 06:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., JUAN ROMERO SOTELO, Texi
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.