Mirando atrás en el sendero. Como quien esta de vuelta, sin euforia ni rencores.
A la vera del camino, sereno y manso me vi.
Remembranza de tornar a esos años, que de lejos toco ahora con mis dedos.
Añoranza de volver a reencontrarme con aquellas plácidas tardes doradas.
Que luego con largas caminatas deje marchitar entre fechas de almanaques,
por vivir un tiempo prestando.
Y que con mágica virtud incomprensible, el recuerdo punzado mi pasado floreció en pétalos de sombra y luna.
Que del tiempo ni noción tuve en aquellas puestas pretéritas de verano.
Y ahora aferrado a él, al cabo de caminar sin rumbo oteando el horizonte que alzase a mis espaldas,
intento conocer cuánto he caminado, cuanto he de recorrer.
Siento ganas de estallar en mil risas postergadas. Riendo francamente al saber quien soy.
Pensando en el tiempo que ocupé sin saber a donde voy.
Fugaces figuras centellantes se trasponen.
Y este mundo que no alcanzo a comprender, se transforma nuevamente a cada instante.
Al incorporar nuevos conceptos. Al cambiar mi opinión, y pausadamente mi forma de ser.
Siento un universo bullicioso tras mis ojos, frente a mi.
Estoy creciendo, y lo hago raudamente. Ya no siento mi sangre quemar la carne.
Ni deseo correr en busca de un mundo rozagante, que en poesías e ilusiones vislumbre, no se donde…
Ahora mi tiempo es calmo y sosegado. Aquella adolescencia tan tierna e inmadura.
Tan fresca y despreocupada. Tan llena de pudores y alegrías. Tan libre de cargos.
Tan libertina. Dando un paso adelante con los párpados cerrados, un tanto por miedo y otro por lastima, arranqué poco a poco de mi piel.
Cosas que antes no entendía, ahora entendí. Cosas que sin pensar decía, ahora comprendí.
En las raíces de mi tiempo veo, todas las cosas que siempre vi. Nada es nuevo. Lo mismo siempre se renueva.
La corriente que arremolina las esperanzas de ilusionados jóvenes,
ha dejado en mi arraigada la alegría de saber que cada momento es único, efímero.
Y heredé de aquel tiempo de temores algo que siempre sostuve: la fe.
24-2-1982
- Autor: argentino nadies (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de diciembre de 2016 a las 15:19
- Comentario del autor sobre el poema: Esos cambios interiores, que llamamos maduración. Que obligan a repensar y redefinir el rumbo de nuestra vida. Ese clic que hace balance y reflexión introspectiva. Ese paso adelante que cierra una etapa bellísima: la adolescencia.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: nelly h
Comentarios3
Es necesario hacer un alto en el camino y mirar hacia atrás para ver el recorrido.Veremos quizás cosas que no lo vimos al pasar. Tiempo de reflexión
Hermoso relato !
Saludos
Gracias Nelly! Interesante observación la tuya. Muchas veces pasamos por la vida sin vivir, sin tiempo para reflexionar sobre aquello que nos transcurre.
" El pasado es la llave del presente ". Nos entregas un tesoro del Libro de tu Vida, una interesante página de tu universo se engalana con tu pensamiento. Saludos
Muchas gracias Claudio, eres muy amable.
Saludos y ¡hasta siempre!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.