Quise vivir recluido a tu belleza,
como reo que no ansía su libertad;
anhelaba el abrazo de tu encanto
cada vez que mis ojos te amaban.
Me tenías como bobo mi querida,
y no esquivaban los deseos tu silueta;
tampoco, la estatura de tu nitidez
que a mi aire rubíes confeccionaban.
¡Tanto quise de pronto que me dijeras
en el oleaje bendito de tu voz
el más sencillo mensaje de un te quiero!
¡Tanto embocé tu imagen con tus lágrimas,
el día en que tu llanto te salía del pecho!
ese día, que mi asistencia fue la sombra.
- Autor: Christian Jovani (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de diciembre de 2016 a las 18:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 71
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