¿Quien sabe donde está la frontera
porosa entre el placer y el pecado
entre el gozo y el saberse amado
entre lo que hoy es y ayer no era?
Cada vez que canto a la alegría
pretendo llegar a todos los corazones
creo que todo fueron una y mil razones
sentir, querer, amar es lo que valía.
Una iglesia medieval y un coro
de niños que parecían ángeles
alegraban mi soledad.
Así es gracias a ti la casa donde moro
así deberían ser las cárceles
antesalas de la libertad.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 25 de diciembre de 2016 a las 16:25
- Comentario del autor sobre el poema: Parece mentira, pero en la famosa ciudad del pecado, Paris, donde hace muchos años pasaba algunos inviernos, para respirar aires frescos de libertad, un día frío de invierno, me atrajo en el llamado barrio latino, una iglesia gótica, entré y de repente me vi solo, pero no tan solo, para sorpresa mía, dejó de ser fría la mañana, un coro de niños angelicales, lleno el templo, y yo era el único oyente. Ese recuerdo permanece imborrable.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 40
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