Nunca se va, siempre está presente, en cada momento se siente... un ardor que vive bajo la piel. Arde en el momento de soledad, por no estar presente. Aún así nunca se olvida.
Tiempos memorables dónde el amor se vivió con fulguroso fuego. Grabado en los tejidos, finos entramados de locos recuerdos. Tallado a mano perfecto.
Muchos lugares pintados de viejas pasiones. Viajes eternos al pasado inerte, que hoy revive en otra piel. Muda que limpia y transforma el ser. Vida nueva a corazón mallugado.
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