Mi mama me enseño a mirar las estrellas, creo que no conocía el valor de ese ejemplo.
Noches calidas de verano, noches frescas de traviesos aires, acurrucadas en la inmensidad del espacio, frente a vastos oceanos de estrellas, en la oscuridad mas brillante, en el silencio mas comodo y mas placentero.
Ahi en una mueca del pasado intermitente cual astro nocturno brillan un par de ojos sonriendo al infinito, a la paradoja mas eterna y efímera que habita sobre vuestras coronillas.
Y es que resulta que al alma ciertamente se le da por salirse del nido,de tanto en tanto, del cubiculo que habita, del concreto que la ciega y para ciencia cierta y ficcion ganada cuando la incandescente mediana amarilla, comun denominador de estrellas, se esconde, ahi solo quedo yo, yo y mis estrellas.
- Autor: Maga11 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2016 a las 01:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 85
Comentarios1
Me da la impresión de estar mirando un cielo totalmente despejado, sin más visión que un océano inmenso de estrellas, cielo arriba interminable; y uno con la boca abierta.
mario mena mena que grato recibir su comentario, me alegra que le haya trasmitido la atmosfera necesaria para abrirse al poema! Saludos
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