Faltan manos limpias,
manos abiertas, manos blancas,
que recojan en pedazos
los escombros del alma.
Faltan pies dispuestos
y hombros amplios,
para llevar la carga
del cojo y el cansado.
Faltan ojos que vean
el corazón herido
y oídos que escuchen los lamentos
de inocentes que sangran
por los designios de una espada.
Falta una llave mágica
capaz de abrir una sonrisa
y una palanca que mueva
lenguas y gargantas oxidadas,
para decir: Paz,
que nos hace tanta falta.
Tal vez, estamos escasos
de seres humanos.
La fe y el amor
han escapado por las grietas.
Nos Sobra indiferencia.
y ni siquiera
nos hemos dado cuenta.
- Autor: Gloria Lepilaf (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2016 a las 15:57
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 92
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, racsonando
Comentarios2
Muy bello tu poema, sensibilidad , solidaridad se deben fomentar para que con amor , tengamos un mundo mejor. Gusto leerte. Saludos
Saludo. Hermoso poema para la sensibilidad y reconocimiento de todo lo que se puede brindar si atesoramos la bondad, el amor y la fraternidad para dar a manos llenas.
Abrazos
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