Rojos son tus pétalos mojados suavemente por el rocío de la noche que atestigua tú nacer.
Olores y suaves aromas que viajan por el aire penetrando mis sentidos.
Bonanza en tus retoños adornando todo el ambiente.
En hora buena surgiste de las irónicas espinas.
Rojas tus mejillas, y tus labios rojos sonrientes de placeres.
Tan bella y fragil , y tan fuerte tu presencia como todo y nada en la misma escena.
Opacando las otras presencias, adornando el mundo y afirmando el mío.
Apareces en las noches aguardando en silencio el despertar de tus admiradores.
Me sorprendes las mañanas con tu rojo ensangrentado y delicada me llamas sin hablar.
Amaneces muy serenamente, roja, preciosa y coquetamente mojada.
Antes que el sol evapore las gotas enamoradas de tu noche.
Gozas al verme pasmado admirando tú lindura.
Una ráfaga de viento te mece en tu peligrosa base.
Adelante y atrás moviendote sensualmente mostrando tus camanances al reir somnolienta en tu despertar.
Dos verdes hojas calzan tus pistilos aromáticos y suavemente seductores.
Amaneceres como éstos se desean para siempre.
Luces, viento, gotas de agua y aromas bobos embellecen tu color.
Una aspiración y me lleno de tu aroma y me quedo perdidamente enamorado.
Pétalo a pétalo me abandonas sin remedio.
Eres magestuosa hasta en tú retirada.
Roberto Vásquez
- Autor: Roberto Vásquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2016 a las 16:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 132
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