Una mirada, tierna e inocente,
Que sin duda alguna penetró en mi mente.
Y aunque dudé, si es era de aquí o del espacio,
al tenerla a centímetros, respire tu humilde encanto.
Años viéndote en secreto,
como un niño que en su mundo se detiene el tiempo.
Solo para soñar rozar tu sonrisa o escaparme dentro de tus mejillas,
hasta mejor que comer pizza.
Es una epifanía pensarte sin tabú,
pero con el deseo de viajar por tu piel clara desde Venezuela hasta moscú.
Te pediría, no, mejor me atrevería a imaginarnos sin necesidad de cambios,
deja que mi lengua desnude tus labios.
Aunque en mi no existe una religión,
creo que encontré a quien llamar Dios.
- Autor: ErnestoGS (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de enero de 2017 a las 22:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 112
- Usuarios favoritos de este poema: LisNazareth, Campoamor
Comentarios1
Antes que Cristo existian religiones que adoraban la naturaleza y consideraban que la mujer era el camino para alcanzar a Dios pues en ella (lease bien entre letras) se encontraba el cielo y muchas otras cosas!!! Pues así eran veneradas. No se poruqe tu poema me lo ha recordado.
Desde mi punto de vista, y a su ves, gran parte del porqué de dichas palabras, es haber experimentado la sensación de olvidarse de un mundo de odio, de rencores, de malas energías y demás negatividades a mi alrededor, pasando a un mundo fuera de lo terrenal al contemplar una mirada, similar a lo predicado por aquellos que educan sobre cristo.
Es la mirada del poeta!!
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