Un ruiseñor trae la navidad a cada hogar.

Un ruiseñor trae la navidad a cada hogar.

Muchas personas había salido de las tierras de vall d´uixó, y otras estaban condenados a trabajar tierras que no eran suyas.. Recogían naranjas por salarios mucho más bajos que hacía diez, veinte, o treinta años, a precio de esa hambre de la que huían. En los otros sectores, como la construcción, la hostolería, la industria cerámica... o cualquier otro sector que no fuera el bancario, ocurría lo mismo. Los salarios estaba desplomados y las condiciones laborales eran de servidumbre. Sin embargo, eso no evitaba que la oferta cultural entre las clases privilegiadas y las élites políticas aumentara año tras año. Hasta en localidades cacicales como vall d´Uixó se había puesto de moda la construcción de auditorios, donde se celebraba como si fuera una capital el concierto de año nuevo.

Nuestra historia, basada en hechos reales que puede leer en el facebook del ayuntamiento de vall d´uixó, así como escucharse en la cadena Ser de la Vall. Tiene como escenario el concierto de año nuevo , donde el concejal de servicios sociales, afiliado a izquierda unida, y guiado, no por la razón como un verdadero comunista, sino que movido nuevamente por esos sentimientos liberales de los que hace gala, y vestido con traje a la inglesa, anunció como un ruiseñor en medio de la sinfónica que representaba el lago de los cisnes, lo siguiente:

Niños y niñas,

¿ cómo están ustedes?

La navidad llega hasta las cunas de la basura.

https://es-es.facebook.com/ajlavallduixo/posts/1174782475954109

LOS REYES MAGOS LLEGARÁN A 217 NIÑOS Y NIÑAS CON DIFICULTADES GRACIAS AL BONO SOCIAL PARA JUGUETES

La Concejalía de Servicios Sociales lanza la novedosa campaña 'En 2017 els Reis Mags visiten totes les cases de la Vall'
-

La Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de la Vall d'Uixó ha lanzado una campaña para garantizar que los Reyes Magos visiten todas las casas del municipio en unos días. Para ello se entregarán bonos sociales a 135 familias con dificultades que se beneficiarán de una ayuda de 25 euros para comprar juguetes en un comercio local.

El concejal del área y primer teniente de alcalde, Antoni Llorente, ha señalado que este proyecto 'En 2017 els Reis Mags visiten totes les cases de la Vall', que se celebra por primera vez, supone una inversión de 5.425 euros que llegará a un total de 217 menores.

Los beneficiarios se han extraído de la base de datos del departamento municipal de Servicios Sociales, sin que los usuarios tengan que realizar ningún trámite adicional. Así, las familias recibirán un bono por niño o niña para elegir personalmente los juguetes que consideren en Juguettos, el comercio local que se adherido a esta campaña y al que Llorente ha agradecido “su predisposición y colaboración”.

Llorente ha explicado que el objetivo principal es “garantizar que todos los niños y niñas de la Vall d'Uixó vivan con la misma ilusión y felicidad la Navidad, independientemente de la situación económica o social de sus casas”.

De esta manera “se da autonomía a las familias y se normaliza una situación que puede ser difícil, dejando de lado espectáculos como los que se hacían antes cuando el anterior alcalde entregaba los juguetes en un acto”, ha considerado el edil, quien ha añadido que “los políticos no debemos entrar en determinadas cuestiones internas de cada casa o familia”.

Muchos comerciantes que estaban roncando, y otros que se reína nerviosos por no entender de que iba lo del lago de los gansos o los cisnes. Si entendieron que esos cheques irían a sus negocios y aplaudieron. Y mucho.

Yo acaba de salir de mi casa a una cuenta abandonada, donde plantaba ajos. Me había enterado a través de las redes sociales de la noticia.

Ya no me sorprendía nada de lo que hacía izquierda unida, pese haber sido votante incondicional de esta formación. Habían sustituido hacia tiempo su conciencia por el capital, pero no el famoso libro de Marx, sino el capital del tesorero de la formación y del ayuntamiento. Yo lo había descubierto tarde, y ya ni siquiera me molestaba en hacer chistes, o contar estás historias en su propio muro. Era mejor alejarse de esa gente de mentalidad liberal y policial y seguir. Si, había que seguir plantando ajos en la cuneta para sobrevivir.

Sin embargo de camino a la cuneta no pude evitar recordar la navidad. Mi infancia. De pequeño en el campo, entre naranjos y alcarchofares llegaba la navidad cuando mi padre nos regalaba a mi hermano y a mí un ruiseñor. Pero no era un ruiseñor de verdad, era de barro. Mi padre decía:

Soplar hijos míos por el agujero que le he hecho y escucharéis como cantan los ruiseñores. Nada es tan bello en navidad como escuchar aun ruiseñor.

Entonces mi hermano y yo llenos de ilusión por los regalos, soplábamos el ruiseñor.

Aquello era lo más hermoso que se pudiera escuchar y aquellas eran las navidades más hermosas que nadie pudiera tener.

Desgraciadamente a nuestro alrededor había un coto de caza. Los señoritos disparaban a la perdiz muy cerca de nuestras tierras. El ruido de las escopetas silenciaba nuestro hermoso ruiseñor de barro.

Nuestro padre cuando veía a los señoritos nos llevaba a nuestra cabaña, pues decía que era mejor dejar a los señoritos que hicieran , pues plantarles cara solo serviría para que tomaran venganza contra nosotros y nos arruinaran las tierras, o nos prendiera a la policía.

Yo odiaba a los señoritos y cuando veía sus escopeta sobre la espalda y a sus pobres galgos delgados siguiéndoles cabizbajos le decía a mi padre:

Padre, coja las escopetas y maté a los señoritos que matan a los ruiseñores.

Mi padre se asustaba mucho al escucharme hablar así, pues le recordaba a su abuelo, que mató a varios señoritos y varios curas en la guerra. Luego le mataron a él cuando se acabó, sin que me hubieran explicado el porqué. Aunque ahora lo comprendo, y me parece mal lo que le hicieron al bisabuelo que tanto bien hizo por el mundo.

Angelito mío, no digas esas cosas- me decía mi padre- que alguien te puede oír en este bosque. Nunca se sabe quien te escucha. El bosque está lleno de policías.

Por el camino, al volver a casa entre los viejos olmos marchitos y silenciosos, cuando al pasar a primera hora de la mañana bajaban y subían del suelo a las ramas los pajarillos entre alegres melodías, se mezclaba en un silencio sepulcral entre el manto de hojas amarillas, sus plumas desparramadas. Se veían los cuerpos caídos de las aves con las a las alas extendidas mirando yermas la tierra baldía. Una luz blanquecina traspasaba el follaje. Mi hermano y yo llevamos el ruiseñor de barro temblando en nuestras manos.

Al llegar a la barraca de San Antonio, en la semi oscuridad de nuestro hogar iluminado tan solo por bombilla de un viejo renault seis, alimentado por una batería de coche que cargaba mi padre con un alternador de un fiat, escuchamos las campanas de la Iglesia de la Asunción. Entonces no había auditorio, ni concierto del lago de los gansos. Era costumbre cantar villancicos desafinados junto el doblar de campanas el día de reyes en la plaza de la Asunción, así como celebrar una cabalgata.

Yo odiaba aquella hipocresía, como la actual. Nosotros nunca participábamos en esa función. Yo salía el día de reyes con mi ruiseñor de barro de la cabaña a cantar al bosque junto mi hermano, al que le prometía que lucharía por cambiar todo aquello, para que los niños no fueran esclavos de las tradiciones, ni del capital.

Angelillo de uixó. El niño que tocó un ruiseñor.