Supe de un niño,
hermoso chicuelo,
de espíritu henchido
por el ser supremo.
Es conversador
y muy consejero
porque tiene el “Don”
que del cielo le dieron.
Su mirada sin luceros,
brilla sin embargo,
porque tiene algo
que lo hace sereno.
Es luz en tinieblas,
es llovizna en tierra seca
por esa grandeza
que a todos entrega.
Es flor mañanera,
es bálsamo para heridas
de pureza no corrompida
que ante todos se eleva.
Es mariposa que vuela,
es canto de riachuelo,
es dulce primavera
con capullos que abrieron.
Su mágica presencia
de dulzura y terneza
emana una pureza
que alegra la existencia…
Según se cuenta
en su humilde vecindad,
en tiempos de navidad
a los vecinos y parientes
repartían juguetes
como acto de caridad,
y el niño ciego en su bondad
decía según su parecer:
“Den primero a los niños que ven
que eso les hará feliz,
y si queda me dan a mí
que yo igual lo recibiré”.
Ese niño con sobrada fe
es cristiano igual que su abuela
y felizmente se consuela
diciendo con mucho esmero
que si Dios no le da la visión
le tendrá guardado ese galardón
para cuando se vaya al cielo.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2017 a las 12:26
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema de la vida real, inspirada en un niño invidente llamado José Gregorio que vive en una de las tantas barriadas humildes de Venezuela.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 79
- Usuarios favoritos de este poema: JADE FENIX, DELICADA ABRIL
Comentarios2
Preciosas, tus bella y sentidas letras.
Un placer leerte mi querido amigo.
Un fuerte abrazo.
Un abrazo mi gentil amiga. Seguimos en el camino.
Historias que hacen que nuestro corazón se paralice por instantes y nuestra alma llore, somos muchos los que hemos visto de cerca historias como esa que cuentas , entonces hacemos que nuestro corazón continúe palpitando y nuestra alma seque sus lagrimas e intente hacer algo así como lo haces tu hoy al trasformar esa entristecida historia en ese merecido galardón
Ciertamente Delicada, hechos como esos multiplican nuestra sensibilidad y desarrollan la inspiración de forma espontánea para dejar constancia de esas vivencia que muchas veces pasan inadvertidas. Un abrazo y gracias por tu hermoso comentario.
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