Horizontes desérticos se burlan de mí,
mente insegura y un futuro soñado,
se bombardea entre sí.
Sangre pálida y oxígeno escaso,
trompetas y violines tristes me acompañan en cada paso.
Escurrido entre mis dedos se me aligera el tiempo,
y tu sutíl perfume lo respiro con el viento.
Sobre mi cabeza un nubarrón denso y lleno de tempestades,
los días son ilusiones soleadas y las noches,
oscuras realidades.
- Autor: Jorge Enrique Briceño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2017 a las 00:12
- Categoría: Triste
- Lecturas: 25
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