III
Quisiera ser la estrella de tu cielo,
adornar tu honda pupila avellana
e inundar tus noches de recuerdos
hasta el llegar del alba aureada.
Quisiera ser hálito de tu gesto,
acompasar tus risas y suspiros:
sentir tu dulce voz en el viento,
ser en tu frente corona de lirios.
Sin saber si te encontré o me encontraste,
si alguna vez fui dueño del destino,
qué soy, quién fui o qué es lo que siento.
Tan sólo que el amor inunda mis versos
y por ti soy, por ti muero y por ti vivo
en este mundo sombrío de contrastes.
IV
A mi memoria acudes con pura inocencia,
con magia de inefables pasados días.
Triste amapola, en tu dulce esencia
tu mirada destila melancolía.
Me gustas así: inmoble, silenciosa,
lejana y distante estrella nocturna.
Rosa de Adonis perlada y ociosa,
iluminas mi cielo, hija de luna.
Pudiste unirte al amor y sus vagos trazos,
bajar de tu estrato y arder en mi lecho;
mas quise recordarte pura en mi pecho
y durmiendo, ausente, en mi regazo.
Pues nunca nos dimos besos ni abrazos,
sólo palabras sin significado
tan dulces como aquel día olvidado
en que el tiempo deshizo su frágil lazo.
- Autor: estrella_del_sur ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2017 a las 00:47
- Categoría: Amor
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: Fiorella 807, pani
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.