Vivimos en un mar inmenso
que rompe en grises amaneceres
y termina tornasolando el horizonte,
nuestras horas están sumidas
en cambios bruscos de marea,
por eso ayer te dije
que tu mente debe fijar el timón
en el arco iris,
en el viento que eleva la cometa,
en el minuto que iluminó tu cara,
mañana de nuevo amanecerá gris
y tendremos la misma ventana abierta
cuando encendamos el ordenador.
A mí
me ayudaron las ninfas del bosque
- las driades –
y cada vez que el mar se encrespa
apareces tú,
oigo tu respirar, respiro tu mirada
saboreo tu voz,
envío el minuto a su rincón,
a veces me convierto
en capitán de navío pisoteando biodramina
y me dejo envolver en el roce
de tu carne contra mi carne.
No hay adoquín en el mundo
que pueda rasgar el cristal
que rodea
mi urna secreta.
- Autor: J.R. Infante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de enero de 2017 a las 16:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: jaquemate, Amalia Lateano
Comentarios3
es consistente ese cristal...!!! saludos,
Al menos intento que lo sea. Gracias por comentar.- Un saludo
La meta es el arcoíris.
Si!!!
Me agrada leerte !!
Un saludo
Amalia
Hola Amalia
Gracias por dedicarme tu tiempo.
Espero que nos sigamos leyendo y comentado.
Besos
La vida misma... mareas, grises, arco iris y voluntad.
Poner la mente en otro horizonte y dejarse llevar por lo que unió y poner tesón.
Poema grande, amigo.
No puedo escuchar el audio.
Abrazo.
Gracias, Vero, como siempre, por tu fidelidad a mis letras. Yo si puedo abrirlo, no se porqué tu no puedes, algún problema técnico andará por medio.- Un abrazo
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