Eslabón 6: Sobre el desierto...

A veces imagino que despierto en un desierto, o que caigo desde un avión, pero sana y salva... o que me mordió una víbora en el patio y eso mágicamente me trasladó a un desierto... en donde me encuentro con un zorro solitario... y nos hacemos amigos...

Imagino que un desierto es un lugar inmenso y profundo... majestuoso... un sitio en donde cualquiera podría pensar sus mejores pensamientos y sentir sus mejores sentimientos... así me sentiría yo en un desierto... pudiendo de una vez soltar todas las palabras más expresivas de mi vida... los llantos más llorados... y las despedidas más definitivas... Sería el "summa cum laude" del ser humano en su faceta más sensible... y el zorro sería el interlocutor ideal para que yo pudiera brindarle todas las respuestas más sabias a sus tontas preguntas... 

¿Te imaginás? un desierto es como un mar de arena... es como el filtro del alma... Si estuviera en un desierto, la arena me devolvería mi ser... pero no sé cómo te explico que vivo en un desierto de cemento... algunos dicen que es una selva...  y no hay zorros... solo lobos... y ninguno me pregunta o responde... ninguno me ve... y yo no duermo... 

Hay un insomnio predestinado que nos condena y nos lleva al odio... y en las pocas horas de sueño abrazo el desierto fugaz en el que caigo y desde el cual escribo...