La sombra del otoño dormido
no re verdece hasta que el sol haya enmudecido,
el calido pasto produce un sonido,
el de la paz y la fortuna emigran aburridos.
El alba comienza a salir
y las bellas nubes se empiezan a reunir,
Firmamento estrellado, bello, taciturno;
astro fugaz siempre vuela curvo
Luna cuarto menguante llena de grietas
apaga el umbral eterno, me haces llorar.
Lunares negros, rojos, lunáticos por el mar
enamorado tienes al sol y ya no estás
Crece río, crece, amarra los a tu caudal.
Que no escapen las hojas,
que escindan las rocas,
me besen tus labios, me toquen tus manos, me suelten muy lejos, me alejen del mal.
- Autor: Saul Vazquez ( Offline)
- Publicado: 15 de enero de 2017 a las 01:24
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Anitaconejita
Comentarios2
muy bellas imágenes!
saludos
Qué lindas letras bravo Saúl....
Saludos
Anitaconejita
Muchas gracias por tu comentario
Saludos
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