Hay una Sevilla americana
y una población variada
negra, morisca y gitana
blanca judía y cristiana.
Gracias al oro y la plata
aquí almacenada, la ciudad prosperaba,
pero en medio de tanta riqueza,
había un pintor que todo lo pintaba,
ese niño mendigo de quien nadie se
acordaba, y una Inmaculada tan hermosa,
que parecía de carne con su cabellera larga,
como una cascada, ese pintor era Murillo, el
de la Sevilla Americana.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 15 de enero de 2017 a las 16:01
- Comentario del autor sobre el poema: Si no me equivoco, se está celebrando el cuarto centenario del nacimiento, de Bartolomé Esteban Murillo, y yo que me perdonen los eruditos, no soy creyente aunque deseo que exista Dios, pero no un dios vengativo, sino una que nos devuelva el amor, una mañana solitaria en el Louvre me vi solo en una sala dedicada a la pintura española, y me llamó la atención un cuadro que por su realismo, adiviné que era un Murillo, era un niño mendigo, abandonado y solo en un cuarto oscuro y húmedo la única luz era un rayo de sol que iluminaba la estancia, la vida la mostraba un cántaro que rezumaba agua, una cuantas manzana medio secas y uno camarones renegridos desparramados por el suelo, el niño parece preguntarse, si vale la pena seguir viviendo.
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 58
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