Nací para morir,
¡ya morí!,
no te preocupes;
otros me están velando
de espaldas,
yo me velo así mismo.
Te invité y llegaste
cuando se acabaron las velas;
alumbraste en un comienzo,
y hoy apagada,
me dejaste a oscuras.
Renací de la muerte
con tu voz,
con tu aliento de bálsamo.
Y morí a tus palabras,
no las leo en tu gato trovador;
se consumen en el suelo
como Begonia oculta en el bosque.
HÉCTOR PESANTEZ
- Autor: Poetaso ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2017 a las 17:05
- Categoría: Triste
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Kalianali, Anitaconejita, Solibey
Comentarios2
Lindo poema,
Me gusto este fragmento :
Te invité y llegaste
cuando se acabaron las velas;
alumbraste en un comienzo,
y hoy apagada,
me dejaste a oscuras.
GRACIAS
me imaginé varias escenas de ese velorio
weno weno!
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