La realidad se distorsiona,
las palabras se agotan
y el silencio se viste de equilibrio.
La vida
se vuelve invierno,
necesito calentar la existencia.
Me desvisto del odio,
vuelvo a amar;
suelto el autocastigo
para retomar los buenos ratos,
la cotidianidad
vestida de mis valores.
Los sentimientos,
envuelven mis vivencias,
sin ser buenos ni malos;
solamente,
me muestran la verdad.
Los pensamientos
viven su eterna lucha
con la presencia divina;
mientras los miedos
juegan con la culpa
para recordarme la muerte.
El resentimiento
es el veneno que tomo
para matar a quien me daña.
El perdón
es el antídoto mágico
que cura mis heridas.
Tú,
eres la puerta de escape;
eres espejo
que me muestra el cambio.
Decido,
morir a lo viejo,
dejo brotar lo nuevo.
Me amo,
te amo...
- Autor: Walter Rafael Agüero Gomez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de enero de 2017 a las 16:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 99
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, Kalianali
Comentarios1
Precioso y profundo tu versar.
Pude poco a poco deleitarme en tus letras.
Un vivir, un existir, un expresar profundo.
Ese perdón que es bálsamo para el alma.
Un querer vivir en plenitud.
Un placer leerte
Kavi
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