Hay un barco en la mar
solo veo sus velas
blancas, como la sal.
Estás tu, caminando
por las orillas
apenas veo las faldas
blancas, como la sal.
Hoy el cielo es tan vasto
con nubes que aparecen
del oriente, en tumulto
blancas, como la sal.
Las gaviotas llegan
y pelean por los restos
del mar, carnes
blancas, como la sal.
Solo en mi pecho
hay una ausencia
que se va en ríos rojos
de sangre y amar.
Cielo y viento
una vela en la mar
donde tus pies se alejan
como las gaviotas, tras las nubes.
Solo yo
quedo aquí, detenido
en amar, las cosas
blancas, como la sal.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de enero de 2017 a las 10:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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