Era dulce, frágil, hermosa.
Bonita en su caminar
y serena en el movimiento
de su pelo.
Caminaba sin existir,
cohabitando con esa rutina
que todos llevamos de adorno.
¡La entendí!
Cuando pasas la vida
perdonando,
el corazón se detiene,
y la redención de un recuerdo
confiesa:
que es hora de echar a volar...
No perdí detalle de su belleza,
de aquella huidiza mirada
que indicaba:
que el resto del mundo
pesaba demasiado.
No sabía dónde se dirigía.
De repente
pude apreciar en su pelo
-perfumado de historias-
ese incesante letargo
de aquéllas viejas primaveras,
y entonces supe
que había encontrado
su lugar.
Era un sábado
de prisas perdidas
y cruces de miradas
que probablemente terminarían
en largas historias,
hoy sé que la de ella
no se alejó demasiado...
Yo pondré mi voz como testigo
porque la vi vencida,
llorando lágrimas de sal.
Entendí su tristeza
y caminé junto a ella
en la distancia,
hasta verla marchar...
Marisa Rivero🌬
- Autor: Marisa Rivero C ( Offline)
- Publicado: 26 de enero de 2017 a las 08:53
- Comentario del autor sobre el poema: (Fragmentos de una triste historia) En memoria a una amiga querida💋 Qué triste es ver cómo un corazón echa a volar porque no quiere que se cicatricen sus heridas.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
muy sentido su poema he sentido el doloroso testimonio de una alma afligida por un desazon amoroso
dulce el amor y margo se torna con la traición
Cierto, Ryu, muy triste y doloroso.
Te sientes impotente cuando una amiga se niega a seguir, es lo que peor se lleva.
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