No se trata de saber lo que sí sabes, sin embargo
¡Cuánto exquisito egoísmo hay en tu despedida!
Sin dilación, te invito a que congracies mi letargo
Y a que tu recuerdo (y al mal sueño) lo licúe la bebida.
De un Extranjero son las reglas, las partidas
Que enarbolan su oculta perpetuidad.
Tu Otro dicta cómo sumarme en la salida
A tu eterna resta de toda profundidad.
Es inútil, en el fondo,
Si deseo o no deseo:
La batuta siempre la carga un inefable Otro;
Es tan burdo tu Macondo
Donde mi soledad caldeo...
Sin ambages: Hay tu "yo", no "nosotros".
- Autor: Necrofagotimes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de enero de 2017 a las 05:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Texi
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