Bordea la mano
en su roce
un silencio eterno,
una quimera
desnuda y vacía,
un precipicio.
Tornan los ojos y buscan
dónde asir
esta exigua primavera
que es la vida,
y no morir en un suspiro.
Posponer una vez más
estas lágrimas,
que oprimen lacerantes
a un corazón
vacante de caricias...
Comentarios1
¡BRAVO MI BUEN AMIGO PALENTINO... ! ¡ INSPIRADÍSIMAS LETRAS... !
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