En un rincón del desván, donde están las cosas viejas
consumida de tristezas reposa junto a unos trastos,
una belleza antigua de porcelana y puntillas,
con las faldas deslucidas y una expresión de llanto.
De largo cabellos rojos, mismos como sus labios,
de azules ojos trillados, por secretos confesados
quieta como la nada escondida en el silencio,
la que llamaban María y abrazaban suspirando.
Tiene zapatos blancos y corazón de algodón
y aunque dejada a la suerte, acumulada de polvo,
parece que ella recuerda las caricias y una nana,
y sigue como esperando del desván ser rescatada .
Bella muñeca olvidada de porcelana cocida,
sigues mirando quieta, del reloj las manecillas,
ten por seguro María que del desván yo te salvo,
y te llevo entre mis brazos a jugar en otros brazos.
Pues que yo tengo una niña, que a ti te estaba esperando.
- Autor: Carlos Gabriel Plenazio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2017 a las 11:29
- Categoría: Infantil
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, Inexistente
Comentarios1
Precioso poema.
Sentido y nostálgico.
Menos mal que fue rescatada y llevada a otros brazos.
Triste ver a una muñeca, objeto creado para hacer soñar, confiscado, triste y olvidado
Un placer leerte de nuevo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.